Gema Castellano, in memoriam

Nuestra fundadora y directora, Gema Castellano, falleció el pasado 21 de julio como consecuencia de la grave enfermedad pulmonar que sufría desde hace tiempo.  

Soy Jose Escribano, su marido y compañero desde 1987 y pido disculpas por tardar tanto en redactar su obituario. Tras más de 35 años juntos y un proyecto común, Informativos.Net y su Fundación, no me ha sido fácil afrontar esta redacción. Simplemente, no estaba preparado para lo que ha ocurrido y durante estos días no he sido capaz.

Gema padecía una grave enfermedad pulmonar latente que reducía su expectativa de vida a solo uno o dos años, lo que no le impidió seguir con su trabajo hasta el último momento. En su última entrevista era patente la dificultad que tenía para respirar sin soporte y, de hecho, cada entrevista que realizó durante sus últimos meses le suponía un enorme esfuerzo físico. De forma inesperada, a finales del mes de mayo, sufrió una complicación e ingresó en estado muy grave en urgencias, donde tras estabilizarla solo pudieron certificar que su enfermedad se había agravado y las probabilidades de recuperarse eran muy escasas.

Tanto Gema como el equipo médico del Hospital Público de Mataró (cardióloga, nutricionista, neumóloga, psicóloga, jefa de UCI…) lucharon por conseguirle una opción, una probabilidad que habría estado entre mil o, seguramente, entre un millón; para poder entrar en el terreno de los ‘milagros’. Pero, desgraciadamente, estaba muy grave y esa posibilidad no existía. «Necesitamos una posibilidad, pero desafortunadamente no la tenemos. No podemos hacer nada más» me trasladó el equipo médico.

Gema, antes de fallecer, decidió donar sus órganos y tejidos al sistema sanitario para salvar la vida de otras personas y mejorar la calidad de muchas más. Un último gesto de generosidad, coherencia con sus principios y compromiso con la sociedad. En todo momento estuvo acompañada por mí y durante todo ese tiempo siempre me mantuve a su lado. Como siempre. 

Una periodista polímata y multidisciplinar

llano empezó en el periodismo redactando artículos empresariales desde Barcelona desde una perspectiva social y de ‘lifestyle‘ para revistas económicas y especializadas de tirada nacional en los ‘90 como ‘Ideas y Negocios’, ‘Ser Empresario’, ‘Actualidad Económica’, ‘Ranking de la economía’, etc. así como en otras de ámbito más local, como ‘Barcelona Deluxe’ o ‘Barcelona Divina’. Porque, Gema, amaba Barcelona.

También colaboraba en diversos programas de radio, la radio era su pasión, en emisoras como COPE, Radio Cibeles, Radio Unión Cataluña, Radio España, Intereconomía, etc.  (ref. iVoox) y, como no, con la universidad donde impartía con su particular estilo, claro y directo, una ‘master class‘ anual a recién licenciados en periodismo. (ref. youtube) 

Gema también fue pionera en (re)evolucionar su formato de entrevista, haciendo que todo el proceso de redacción fuera totalmente auditable por el lector, aportando así transparencia desde principio a fin en unos tiempos en los que la posverdad es ‘norma’ y el lector cada vez desconfiaba más del periodismo y de cómo se elaboraban las noticias. Consiguió, así, aportar total transparencia a su trabajo, permitiendo que el lector pudiera participar del proceso de grabación de sus entrevistas de forma totalmente transparente.

Siempre grabadas en riguroso directo, sin guionizar ni contar con el apoyo de pinganillos o preguntas previas/pactadas, y en abierto; públicamente. Posteriormente, se redactaba el texto del artículo y creaban las piezas (cortes) sonoras para su pódcast, pero, lo importante y diferencial era que el lector siempre podía acceder a la grabación de la entrevista íntegra y original, de forma gratuita, y comprobar cómo se realizó.  

Defensora del libre acceso a información de calidad y del pensamiento crítico

Gema era contraria a que la información de calidad estuviera solo al alcance de unos privilegiados y defendía que su acceso fuera gratuito y universal. También era consciente de la dependencia que habíamos alcanzado de las grandes tecnológicas que podían promocionar o censurar contenido, eliminarlo o hacerlo tendencia, sin olvidar que eso implica poder hacer ‘desaparecer’ los perfiles públicos de sus autores con sólo un clic condenándolos al ostracismo o al anonimato y limitando su alcance y difusión haciendo cada vez más difícil el acceso a información de calidad que, además, no interesa al ‘mainstream‘.